De qué se ríen los chinos

Acuso recibo de un mensaje urgente del profesor Bigshit, quien se ha dignado hacer una pausa en su monumental ensayo "De qué se ríen los chinos" para consultarme sobre uno de sus capítulos. Ya veo que tendré una áspera discusión por la difusión de ese texto. Pero no puedo con mi genio. Además siento un escalofrío acompañado por lejanas carcajadas.
Los mercados (no confundir con una multitudinaria reunión de los Mercado, que al parecer son una familia muy prolífica) han cerrado mayo al borde de la desesperación, tentados de saltarse los sesos de un balazo (o varios). Mientras me tiento con alcanzarles una metralleta, tomo nota de que China amenaza con desprenderse de bonos de la deuda estadounidense y europea. Estos chinos... Se calcula que en estos años han juntado unos 2,4 billones (millones de millones) de dólares de esos títulos y quieren venderlos, alarmados por los déficits fiscales en países como Grecia y Portugal, esos Pigs. Luego de soltar esta noticia, los "gurúes" de los mercados aclararon que seguramente China no hará esto, "pero el daño ya está hecho", dice imperturbable uno de estos chamanes. Lo concreto es que mi amigo Carlos Mercado (no confundir con los mercados) me llamó para expresar su desazón y de paso me dio una clase sobre la cotización del "yuan" y el renminbi, que no es una enfermedad tropical sino el nombre oficial de la moneda china (renminbi significa "moneda de la gente").
"Los chinos inventaron el papel y con los siglos se han hecho adictos a los papeles, no importa cuáles sean. Esta costumbre también llegó a Occidente, junto con los fideos, la pólvora y el woc, no necesariamente en ese orden", reflexiona Bigshit en su voluminoso ensayo, que orada con mirada crítica las profundidades de la sabiduría oriental.
Se sabe que la mayoría de los bonos del tesoro de EEUU y una gigantesca montaña de títulos europeos están en manos de la Administración Estatal de Moneda Extranjera de China (SAFE, por su sigla en inglés, pero usted está leyendo esto en castellano, así que...seguro que no zafa). Una masiva venta de estos papeles o un alza de la cotización del renminbi provocaría una repatriación del capital chino y con toda seguridad problemas financieros para Sam y la Unión Europea (UE). Justo ahora que acaba de aprobar una ayuda extraordinaria de 750.000 millones de euros para salvar las papas del terremoto de Grecia y, de paso, los temblores que llegan a otros Pigs, a Italia, Alemania y Francia, que no son Pigs, pero han puesto las barbas en remojo.
"Cuánta sabiduría: ellos saben que cualquier cosa que hagan no afectará al grueso de la población mundial", comenta Bigshit en otro párrafo de sus elucubraciones en "De qué se ríen los chinos".
En efecto, lápiz en mano (el profesor y científico es enemigo de la tecnología, incluso del ábaco) calcula que 750.000 millones de euros dividido por los 400 millones de europeos "supone el reparto de 1,87 millones por cabeza y todos contentos...si no fuera porque nadie verá un mango: o son asientos contables o papeles atesorados en los bancos centrales de "los 27" países comunitarios". (Usá la calculadora Bigshit: son 1.875 millones!!!)
"Son papeles o cifras impresas en papeles, cosa que confirma que los occidentales se han contagiado del afán coleccionista chino", remata Bishit.
El científico y filósofo cierra su breve nota con una cita del proverbio chino: "¿Cuál es el pueblo más sabio del mundo? El chino, porque inventó la pólvora, pero no las armas... porque inventó el papel, pero no los periódicos... porque inventó la brújula, pero no descubrió América". 

Pero Bigshit no dice aún de que se ríen.