Buscar en este blog

22 oct 2009

Ay Hayque....aguantarlos!!!



En una guía telefónica plagada de apellidos españoles, italianos y judíos, la ausencia de los Hayque es un dato significativo a la luz de la histórica lucha contra esta prolífica familia, que se jacta de saber la solución de cualquier problema. Pero no da ninguna pista sobre la mágica fórmula que dice poseer.

El escondite de los Hayque frente a la presencia testimonial de una decena de Hacen constituye un símbolo heroico de esta última familia en una batalla que data de los orígenes de la Humanidad. "Siempre meten la pata o hacen algo mal, para qué se meten", dicen los Hayque de los otros.
Los Hayque se han infiltrado en otras familias para ocultar la nefasta actitud que llevan como apellido, asegura el científico y filósofo John Bigshit, quien ha puesto la lupa sobre las andanzas de una amplia gama de grupos que van desde los García, los Rodriguez y los Pérez, a los Pietrafiesa y los Di Luca, pasando por los Alí, los Chuan, los Zybick, los Cohen y los Rapurtala, por citar algunos. "Es la única forma de descubrir el ADN de los Hayque", subraya.
Bigshit sospecha que los Hacen también se han inflitrado en otros grupos familiares y que su modesta presencia en la guía telefónica es una victoria moral, un "dar la cara" al que no se animan los Hayque.
La investigación de este asunto es un trabajo gigantesco, asegura el científico, autor de la tesis sociológica "De qué se ríen los chinos". Pero las compañías telefónicas no entienden razones y no están dispuestas a solventar la investigación que propone Bigshit, quien vive con lo justo, como buen fiolósofo y científico.
Los Hayque se dicen dueños del sentido común, única pista que se animan a dar como solución a cualquier problema. No se verá a ninguno de ellos dando una mano para lo que haya que hacer. "No sea cosa que se tomen hasta el codo", dicen mientras ven a otros metidos hasta el cuello en complicados asuntos.
Dueños de la piedra filosofal, los Hayque medran en todos lados, pero su insidia se nota sobre todo en pequeñas comunidades.
El Museo de Ciencias Naturales de Hong Kong atesora un petroglifo de 100.000 años de antiguedad que muestra a un troglodita quejándose de haber hallado la punta de una lanza dentro de la chuleta de mamut que está comiendo. El mamut ha sido cazado por otros miembros de una tribu primitiva, que se toman la cabeza. "Se trata del primer vestigio de los Hayque", asegura Bigshit.
El científico descubrió e investigó esa pieza arqueológica cuando buscaba datos para su tesis sobre la sonrisa de los chinos, auspiciado por una conocida marca de dentífricos que tomó nota de que los habitantes del país asiático suman unos 1.200 millones.
Otro vestigio de la familia Hayque es Zelig, personaje que termina por dar su nombre a la película de Woody Allen. Bigshit no ha logrado que el cineasta se anime a admitir que el guión de su filme pretendía otra cosa, hasta que tuvo que adecuarlo ante la insistente aparición de Zelig / Hayque.
Los Hayque no solo suelen aparecer en todo momento histórico sino que engrosan las filas de los descontentos, a quienes alientan en las protestas. Pero tienen el remedio tardío y el reproche a mano cuando llega la ocasión. Jamás ejecutarán un penal, pero saben como criticar al arquero por no haberlo atajado o al que lo pateó y ha errado. Hay que joderse!! No fue penaaall!, se irrita Bigshit.
Resulta curioso el hecho de que pocos advierten que los Hayque rumian las propuestas de los otros y rehúyen al debate que podría mejorarlas. No aparecen por ningún lado, hasta que llega el momento en que dan la opinión que consideran infalible.
Ya sabemos que los Hacen y sus aliados se equivocan y están condenados a sufrir la insidia de los Hayque y la iracundia de sus aliados de ocasión.
Hayque y Hacen los hay de toda raza, credo y nacionalidad. Son los polos opuestos de un globo poblado por miles de millones de personas que miran y llegado el momento toman partido por uno u otro bando desde el principio de la historia.
La balanza suele inclinarse por los Hayque, pero los Hacen no se dan por vencidos. No pueden. Siempre habrá alguien dispuesto a dar batalla.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario